Cierta Pobreza
Según el INDEC algunos pueden comer bien con un promedio de $53 pesos diarios por persona ¿Cómo se construyen los datos del INDEC? En esta nota presentamos algunos conceptos básicos para comprender qué significan y cómo podemos leerlos. Nos acercamos con sorpresa a datos de nuestra provincia.
Hoy hay un dato cierto: el primer semestre del año 2017 nos dejó con 7.838.005 argentinos POBRES , es decir que sus ingresos no les alcanzaban para comprar lo básico para vivir. Estos ciudadanos (el 28.6% del total de la población) se agrupaban en 1.807.590 de hogares (el 20.4% de los hogares de nuestro país).
El 42.5% de estas personas son niños y adolescentes. O sea, 3.311.152 de los pobres son menores de 14 años.
De estos pobres, hay 1.704.863 (el 6,2% de la población) que son INDIGENTES, o sea, no pueden comprar ni siquiera los alimentos necesarios para vivir. Estos se agrupan 400.146 hogares (el 4,5% del total del país).
Quién dice quién es pobre y por qué?
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) es el órgano oficial que, entre otras cosas, mide la pobreza. Lo que dice el INDEC, es válido y lo tomamos por cierto, al menos porque explica la metodología y se compromete a respetarla. Para contar los hogares pobres hay varios Métodos, los más conocidos son el de la medición de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y el de la Línea de Pobreza e Indigencia (LPI). Éste último es con el que midió y a partir del cual el INDEC publicó su informe
Medir la pobreza con el método unidimensional de LPI implica fijar un monto en pesos, los hogares que superan ese monto con sus ingresos monetarios, así sea por un peso, no son pobres; por el contrario, aquellos que no llegan a ese monto son pobres. Ese monto es la línea de pobreza (LP).
Los que están por debajo de la LP están separados por otra línea de acuerdo a sus ingresos monetarios: La de Indigencia (LI). Los que están por debajo de la LI, son indigentes, los que están por encima son solamente pobres.
Los hogares indigentes
EL monto que le da valor a las líneas no es aleatorio y contempla las necesidades de cada persona que constituye el hogar. La línea de indigencia es el monto con el cual se puede comprar en el mercado la cantidad suficiente de proteínas y calorías para subsistir. Este monto se obtienen de la observación de los precios de una serie de alimentos que conformarán la Canasta Básica Alimentaria (cantidades precisas de carne, de verduras de harinas, etc.) y que aportan esas posibilidades de alimentarse.
Con valores de Julio de 2017 esta línea se fija en los $2079.23 ; quiere decir que un varón de entre 30 y 60 años con esa plata puede comprar su canasta básica de alimentos que le aportarán lo suficiente para vivir durante ese mes. Un niño, una niña, una mujer, un anciano, tienen diferentes necesidades nutricionales, por lo tanto ese valor va a variar. Por ejemplo, se considera que una mujer de entre 30 y 45 años necesita el 77% de lo que consume ese varón, es decir que necesitará $1601.01, un bebé $727.62, y cada grupo etario tiene su necesidad y su valor. La suma de los valores de cada miembro del hogar dará cual es la línea de indigencia de ese hogar, y cada uno tiene la suya. Por costumbre se publica el valor del “Hogar Tipo” o de la “Familia Tipo” compuesta por dos adultos de 40 años y dos niños de 6 y 8 años, hoy esa familia, sumando los valores de cada uno necesita $6424.54 para alimentarse (promedio de 53% diario por persona), y si no llega a ese ingreso es indigente.
Pero no solo de pan, vive el hombre. Se puede no ser indigente pero ser pobre, es decir no superar la LP, o sea , no llega a cubrir con los ingresos la llamada Canasta Básica Total, que incluye vestimenta, servicios, etc.. El monto que fija esta línea se obtiene de multiplicar el valor de la LI por un coeficiente (hoy calculado en 2,44) que da como resultado un valor con el que se supone, cada individuo y cada hogar, según la composición del mismo, cubrirá aquellos gastos si llega a ese ingreso. Este valor, para aquella familia tipo, en la actualidad es de $15676.68 ($6424.54 x 2,44) y las que no lleguen a esos ingresos, son pobres.
Todos los métodos para medir la pobreza son arbitrarios y no contemplan situaciones particulares. Por ejemplo , dos “familias tipos” que tienen los mismos ingresos de $15.700, no son pobres (porque superan los $15.676.68) por más que una de ellas tenga un alquiler de $4500 mensuales (porque no se contemplan los gastos sino los ingresos). A su vez, una “familia tipo” de un asentamiento del Gran Córdoba , cuyos adultos están desocupados y cuyos ingresos provienen de las políticas públicas, con un ingreso de $5000 es tan indigente como una familia campesina en la misma situación pero que obtiene mayormente sus alimentos de la auto producción. Las líneas son tajantes.
La Herencia
Gracias a la gestión del gobierno actual volveremos a tener los valores mensuales de estas líneas y podremos observar desde nuestra pantalla LCD y con la calculadora en la mano como los ciudadanos nos empobrecemos o “desempobrecemos”, como salimos de la indigencia o a cuantos le falta cuanto dinero para comer todos los días. Hemos superado una pesada herencia de falta de números oficiales para observar la pobreza.
Pero al parecer, y por el método utilizado para medir, la herencia pesada de tantos pobres no sería tan lejana. Si la carne aumenta $1 (un peso), miles de hogares que estaban colgados de ese peso de la línea de indigencia se caen por debajo de ella, si es que sus ingresos no aumentaron ese mes ni un peso. Lo mismo pasa si un servicio, o un par de zapatillas aumenta $2 (dos pesos), muchos serán pobres. No es objeto de este artículo analizar el cambio de precios de estos últimos 24 meses, pero al parecer, según nos han dicho, algunas cosas han aumentado, y los ingresos no tanto, incluso algunos pasaron de cobrar un sueldo a no cobrarlo. Entonces , de ser así, si los precios hubieran aumentado en este período cercano , nos habríamos alejado largamente del cero de la pobreza. Pero nunca lo sabremos a ciencia cierta porque antes del 2016 no había valores oficiales de estas líneas, y las estadísticas no miden pareceres, sensaciones y evidencias.
La sorpresa de Córdoba y su eficiente lucha contra la pobreza
En fin, números más o números menos, la LPI es el método científico por el que nuestro país mide el sufrimiento de las familias por llegar a fin de mes, o al final del día… Es científico, y eso significa que es un conocimiento válido porque una comunidad lo acepta como tal y confía en quien lo hace, no significa necesariamente que sea verdadero. Lo cierto es que el método también nos da sorpresas inexplicables, al menos nadie pudo indicar lo que ocurrió a ciencia cierta: A principio de año Córdoba tenía 40,5% de POBRES, el gobernador se enojó y cuestionó a quienes lo realizaron. En la medición del primer semestre de este año los POBRES de Córdoba se redujeron al 30,2% de la Población. Este hecho evidentemente amerita colocar el emoticón de grandes ojos redondos y cara de sorpresa. Pareciera que la ofuscación oficial de una Provincia es un buen método de lucha contra la pobreza.
FUENTES: Datos publicados por INDEC