LA COLUMNA HUERTERA

*Por Julián Morrone

Planificación de nuestra huerta

El fenómeno de las huertas viene en expansión en la Argentina y no parece detenerse, tanto es así que un estudio realizado recientemente da cuenta de que en la Argentina existen 455.140 huertas orgánicas que proveen de alimentación a 3 millones de personas, entre huertas comunitarias, familiares y escolares.

¿Qué mejor momento para animarnos y comenzar la nuestra en este desafortunado contexto en que estamos viviendo?

Si incursionaste previamente en este maravilloso mundo de las huertas y querés dar un paso más, te invitamos a seguir la columna en donde te iremos brindando información útil y paso a paso para que no fracases en el intento.

¿Por qué hacer una huerta en casa?, ¿Vale la pena hacer el esfuerzo si podemos ir comprar nuestras verduras?

Analicemos algunas ventajas de la huerta en casa:

  • Darle salud a nuestras vidas, Porque los alimentos que ella ofrece son sanos, sin pesticidas ni químicos, ricos y sabrosos.
  • Alimentarse sano, y estar más conscientes de lo que comemos y de dónde proviene nuestro alimento.
  • Estar en mayor conexión con la Naturaleza, observar sus procesos y maravillarnos de sus bondades.
  • Compartir con los más chicos, y que ellos aprendan de dónde viene su alimento y agradecerle a la madre naturaleza.
  • No contaminar el planeta porque cultivamos de forma natural y evitamos comprar productos que se producen con técnicas de cultivo que contaminan los suelos, las aguas, el aire y por ende a los animales y el ser humano.
  • Dar el ejemplo y contagiar a nuestro entorno a que se atrevan.
  • Tener alimento en todo momento, beneficiando  a la economía del hogar.
  • No utilizar combustibles  para ir a comprar o para producir el alimento (barco, tractor, camión, auto.)
  • Desarrollar la sensibilidad y la observación de la naturaleza.
  • Y por sobre todo, tener un momento de paz, como una disciplina, donde el gozo máximo se alcanza cuando cosechamos lo que hemos estado cuidando con tanto cariño.

Si estás decidido, ¡Demos el primer paso!

Manos a la tierra!

Principios, características y planificación

Nuestra huerta empieza en nuestra mente y en papel. Deberemos planificarla y dibujarla previamente, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

1-El Sol: Para empezar, deberemos elegir la ubicación de nuestra huerta, pare ello lo más importante es  observar al sol. Nuestra huerta deberá tener al menos 7-8 horas diarias de sol (Algunos lo estiman en 5 horas y otros de 8 a 10 horas diarias) Lo cierto es que mientras más horas de sol tenga, mejor . Esto no quiere decir que no logremos hacer prosperar nuestra huerta con menos horas, pero mientras menos horas de sol tenga, las hojas serán más finas, más pálidas y tendremos una cosecha más pobre. (Poco valor productivo)

La huerta (Los tablones) siempre deberá estar ubicada mirando al norte.

2-Agua: “Fuente de agua cercana”,  ya que requiere riego periódico, es muy engorroso trasladar el agua desde un sitio lejano.

3-El suelo: De ser posible, escoger el lugar en donde veamos que la vegetación este más desarrollada, más verde, que esté libre de escombros, etc. Los lugares en donde hay tréboles son siempre más fértiles que otros lugares.

Un suelo agrícola está compuesto hasta por un 35% de agua, 45% de minerales, de 1 a 5% materia orgánica, con el porcentaje restante siendo simplemente aire. Cuando el suelo tiene 5% de materia orgánica se considera muy fértil (Más adelante veremos como incorporar materia orgánica a suelo poco fértiles).

Podemos realizar para comenzar una sencilla prueba de suelo, para ello, basta con echar un vistazo. Se toma un tarro de vidrio, se llena de tierra hasta una tercera parte de su volumen (excluyendo terrones excesivamente compactos, tallos y hojas) y, finalmente, el tarro se termina de llenar con agua hasta casi el borde.

Enroscar la tapa del tarro, agitar enérgicamente hasta que todo parezca una sopa homogénea y, al final, dejarlo reposar durante 24 horas. Tal y como lo explica Lewis Dartnell en su libro Abrir en caso de Apocalipsis:

Los granos se habrán sedimentado por el orden del tamaño de sus partículas, mostrando distintas capas o franjas, lo que le permitirá juzgar visualmente la proporción de cada una de ellas en el suelo mezclado. La franja inferior es el componente arenoso de grano grueso del suelo, luego viene el limo en el medio, y la capa superior la forman las finas partículas de arcilla. La clase ideal de suelo para agricultura se conoce como loma, o suelo franco, y es una mezcla equilibrada de aproximadamente un 40 por ciento de arena, un 40 por ciento de limo y un 20 por ciento de arcilla.

De todos modos no preocupemos tanto en esta instancia, empecemos la huerta e iremos mejorándola con el tiempo, existen muchas maneras fáciles de hacerlo.

4-Planificar aboneros: En nuestro esbozo de la huerta en papel, dejemos un espacio para las aboneras (La abonera es  para preparar abono orgánico, pero lo veremos mas adelante)

Es importante definir:

¿Cuánto queremos producir? , ¿Lo tomaremos como pasatiempo, para alimentar a una familia, para comercializar nuestros productos?

Para ello, tengamos en cuenta como referencia que para alimentar a una familia de 5 personas necesitaremos una huerta de 10 x 10 metros estimativamente (100 metros cuadrados). Hagamos nuestros cálculos con esta referencia.

Una vez elegido el mejor lugar, debemos delimitar nuestra huerta, esto se puede hacer con un cerco vivo o alambrado (ideal), también podemos utilizar chapas, maderas o lo que tengamos al alcance.

El cerco será la primera barrera también contra las plagas, para ello se ubicarán las “plantas aromáticas”, esta barrera debe tener más o menos 50 cm de ancho.

Ahora deberemos planificar nuestros canteros o tablones, de no más de 1,20mts de ancho, ya que nuestros brazos deberán alcanzar sin esfuerzo la línea central de los mismos.

Los espacios de circulación recomendados son de 60 cm, para poder pasar tranquilamente con la carretilla.

Por mi experiencia particular recomiendo hacer tablones, la huerta queda más definida, más prolija y se obtienen mejores resultados, aunque nos demandan un esfuerzo extra.

¡No te pierda la segunda parte! La Nutrición y Mejora del suelo

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